CETRI

CLAVE  DE  SOL  O  MEDITACIÓN  IMPLICITA

Que la Esencia divina colme los corazones y el entendimiento de los estudiantes Trinósofos diligentes, son los sueños de LA VENERABLE LOGIA BLANCA y de la Sede Central de Trinosofía.

La Enseñanza Esotérica Trinosófica nos ha insistido que, una de las características de nuestro diario vivir son los periodos de profunda incertidumbre. A medida que la sociedad se va volviendo más turbulenta, nuestra existencia se vuelve más fragmentada, desconectados de nosotros mismos, sin estar atentos de como sentimos, vibramos, que nos estimula. A cada momento, nos sobrecoge la inquietud, la angustia, una pequeña crisis desinfla todo un globo de planes, estrategias en las cuales tenemos cimentados nuestras vidas, ocultándonos en ellas;  esta crisis nos demuestra lo precario e inestable que es nuestro interior.

Si nos ponemos a contemplar la vida con honestidad, podremos ver que vivimos en constante suspenso y nuestra razón, emoción y vitalidad alternan de modo permanente de confusión a claridad, de armonía a desarmonía.

Si estuviésemos en confusión todo el tiempo, dispondríamos al menos de una especie de claridad, pero al estar oscilando entre los dos polos permanentemente nos hace parecer todo sombrío y casi desesperado; pero, si nos detenemos un instante y contemplamos a fondo, observaremos que por su propia naturaleza la razón crea brechas, espacios en los que continuamente florecen oportunidades de transformación, (como el que nos brinda La Filosofía Trinósofa) siempre y cuando seamos capaces de aprovecharlas.

Puesto que la existencia es una perpetua fluctuación de nacimiento, muerte y transición, lo que sucede es que nuestra razón pasa de una situación supuestamente sólida, a la siguiente sin prestar atención a las TRANSICIONES que se producen. De hecho, la Enseñanza Esotérica Trinósofa por medio de la CLAVE DE SOL, (S = sujeto, quien realiza la acción  O = objeto, intención o propósito con que se realiza el acto  L = lugar, espacio donde sucede el acontecimiento) que es una práctica iterativa, nos ayuda a comprender cada instante de experiencia, razonamientos, emociones, sentires y actos.

Por ejemplo, imagina que un día te llaman y te dan la noticia que un familiar ha tenido un accidente, por un instante te quedas paralizado por la noticia y en la desesperación pasas rápidamente por el proceso de razonar, de intentar recrear lo que ha sucedido, esta idea se impone: se ha muerto o habrá quedado gravemente herido, la razón queda atónita y cesa todo razonamiento, de pronto se presenta una repentina y profunda serenidad, ya no hay que esforzarse porque no hay esperanza, sólo queda rendirse, no hay otra elección.

Haz CLAVE DE SOL, de este modo la razón reposa en un estado de paz, cuando se presente esta clase de experiencias, no te precipites a buscar soluciones de inmediato, permanece en ese estado de tranquilidad, deja que se convierta en una brecha, en una transición para el florecer de la conciencia activa, es la puerta de entrada a nuestra naturaleza interior, nuestro cielo, y ver de lo que realmente estamos hechos, es el momento de descansar en esta brecha, contemplar el cuerpo mental, vislumbrar como es iluminada por vuestra atención de instante en instante, siente el otear del íntimo; cuanto más sensible y aguda sea la atención, más asombrosas oportunidades de introspección se te ofrecen en la existencia.

Estos momentos son importantes, recuerda las guías  brindada por La Trinosofía Magna en las gunas y los tres alimentos, donde se nos dice que no podemos vivir ni un sólo instante sin estímulos, pues son la vida misma.

¿Cuántos de nosotros percibimos el cambio de conciencia que se produce en estos momentos de aconteceres inesperados?

Muy pocos, muy escasos, pues casi nadie se mantiene sereno en estos instantes.

Por eso, LA CLAVE DE SOL, pues los procesos que se despliegan en las brechas de asomo a la naturaleza interna están grabados en las profundidades del cuerpo mental, estos se van manifestando en muchos aspectos durante la existencia; estos espacios de atención asidua, pura e inmediata del instante presente, son libres de todo apego, simples, ocasiones de comprensión inmensos de actividad conciencial, sin fenómeno traído por la razón.

El estudiante hermético comprometido debe descubrir y cultivar las aperturas a la inteligencia cognitiva íntima a través de la atención y la intención, estar dispuesto y entusiasta a transformar por completo la atmósfera de su diario vivir, haciéndose más receptivo a adentrarse en la actividad de conciencia de su naturaleza interior. Esto, ES LA DEVOCIÓN, sin ella aunque el maestro ayude, el estudiante no sabrá reconocer su mundo interior.

Ten siempre presente, como estudiante decidido, que cada vez que surjan experiencias internas, no pasa nada, no te dejes impresionar en exceso, a fin de cuentas no es ni bueno, ni malo, es transformación positiva.

Por esto,  

¡Bienvenidos a ser buscadores herméticos espirituales Trinósofos!

¡Bienvenidos a la maravillosa ciencia interior!

¡Bienvenidos a la enseñanza hermética Trinosófica!

UN  ALUMNO.